Acerca de Nosotros

Nuestra Historia

La historia de Apigranjas Alma de Cien Plantas nace del sueño de un joven emprendedor cusqueño con una profunda conexión con la naturaleza. Desde muy pequeño, Julio César Huaycochea Carbajal sintió una fascinación especial por las abejas. A los 18 años, en 1998, comenzó a criar sus primeras colmenas en el cerco de la casa de su padre, sin capital, sin maquinaria, pero con un inmenso amor por la apicultura y una vocación que brotaba de la tierra misma.

Con apenas lo necesario y mucho esfuerzo, Julio recolectaba miel, polen y propóleos, los cuales ofrecía con humildad en su comunidad. Cada frasco de miel que entregaba era más que un producto: era el fruto de su dedicación, del trabajo silencioso de las abejas y del ecosistema que lo rodeaba. A lo largo de los años, fue perfeccionando su técnica de crianza y producción, guiado por el conocimiento ancestral, la observación paciente y un profundo respeto por la biodiversidad cusqueña.

Lo que comenzó como una pequeña actividad familiar, creció paso a paso hasta convertirse en una empresa sólida, que hoy cuenta con 28 apiarios, más de 700 colmenas y una amplia línea de productos naturales y artesanales. Apigranjas Alma de Cien Plantas no solo es el reflejo del esfuerzo de su fundador, sino también una marca que encarna los valores de la sostenibilidad, la salud y el retorno a lo esencial.

Cada producto lleva consigo una historia de superación, identidad regional y compromiso con el medio ambiente. La miel, el polen, los propóleos y los cosméticos derivados de la colmena no solo fortalecen el cuerpo y la piel, sino también una filosofía de vida basada en el trabajo digno, el comercio justo y el cuidado del entorno natural. Hoy, la marca representa la voz de las plantas, el zumbido de las abejas y el legado de un hombre que, con visión y constancia, convirtió un sueño de infancia en una empresa que alimenta y sana.